Dicen que hay amores que van y que vienen, que nacen y mueren. Y dicen que también hay amores para toda la vida. Amores de verdad que perviven en el recuerdo colectivo. Amores de leyenda. Pasarón de la Vera puede presumir de haber sido escenario de pasiones inmortales como la de la la historia de Jeromín y Magdalena.
Las andanzas de aquellos amantes hicieron que todavía hoy se conserve un halo de romanticismo especial en cada rincón de Pasarón, en cada calle, en cada plaza, en cada flor. Venir aquí es dejarse llevar como se dejaron llevar aquellos jóvenes enamorados a pesar de tener el mundo en contra. Venir aquí es descubrir lo importante que es sentirse querido y querer a alguien. Venir aquí es volver a sentir latidos que se habían enfriado, hacer que vuelva la llama. No se nos ocurre un lugar mejor para vivir conscientes de la importancia de la palabra amar. No se nos ocurre escenario mejor para volver a empezar, para decir TE QUIERO. Bienvenidos a Pasarón de la Vera. Bienvenidos al pueblo del amor.